La audición en niños influye en su aprendizaje
¿Cómo aprende un niño a hablar? Escuchando. ¿Y a leer? Relacionando lo que oye con lo que ve. Así que es evidente que la audición es fundamental en el aprendizaje más importante del ser humano: la comunicación- Y por ende, en todos los ámbitos relacionados con ésta.
Pero ¿Qué significa oír bien? Normalmente hay un valor que se toma como punto de corte entre la persona que oye bien y la que comienza a tener perdida auditiva, 30 db (decibelios). Éste es el denominado umbral de audición.
Mediante una audiometría podemos medir dicho umbral. Así vamos comprobando distintas frecuencias en los dos oídos por separado y de ello obtenemos la media de audición para el oído izquierdo y para el derecho. Pero hay mucha más información en una audiometría que el umbral de audición. Por ejemplo, si los dos oídos están recibiendo la misma información. La buena audición en niños se basa por tanto en dos factores: una capacidad de oír por encima de los 30 db y una sincronía entre lo que oye el oído derecho y el izquierdo.
¿Qué ocurre si una determinada frecuencia llega con más claridad al oído izquierdo que al derecho?
Lo más seguro es que cuando el cerebro una las dos vías auditivas en dicha frecuencia la información resultante esté distorsionada.
Podemos hacer una prueba para ver esto más claro. Si me sitúo a la espalda de un niño y le digo que me repita los siguientes fonemas (ti, fi, ni…) podré observar que el niño oye cada uno de los fonemas pero puede que no repita correctamente el sonido. Si le digo “ti” puede que él me diga “ni”. Lo que está ocurriendo es que el niño oye bien, pero distorsiona la información ya que no distingue entre el sonido “t” y el sonido “n” y a falta de ver mi movimiento de labios, repite mal.
Hay unas frecuencias que son decisivas para la discriminación de los formantes del lenguaje humano, si tenemos distintas mediciones en dichas frecuencias, este niño tendrá serios problemas para aprender cualquier cosa que esté relacionada con el lenguaje y con la escritura.
Una mala audición en niños les impide distinguir entre «la figura y el fondo»
Otro de los efectos de una mala audición en niños (aun estando dentro del grupo de normo-oyentes) es la falta de discriminación entre la figura y el fondo. ¿Qué es la figura y el fondo? A nivel visual la figura sería por ejemplo la cara de la persona con la que estoy hablando, el primer plano, y el fondo sería todo lo que hay en segundo plano de la imagen. La pared de detrás, la ventana, incluso el cuerpo. El fondo aparece en mi imagen pero yo no lo presto atención. ¿Qué ocurriría si yo no pudiera distinguir la cara de la persona con la que hablo de la pared que está detrás, de la ventana, etc? Volviendo a la audición, si un niñ@ en clase no distingue la figura (las palabras de su profesora) del fondo (el murmullo del habla de otros niños, las sillas que se mueven, el ruido de la calle, etc.) será incapaz de prestar atención durante mucho tiempo a lo que su profesora dice y el tiempo que lo consigue le requerirá mucho esfuerzo cognitivo entender lo que está explicando.
Si esta situación se da cuando el niño es muy pequeño (en la etapa infantil) pronto desconectará y no prestará atención. Si además es algo inquieto, se dedicará a buscar otra fuente de atención, como levantarse, hablar con sus compañeros, jugar, cantar, hacer ruiditos, etc…
Si el niño es ya un poco más mayor directamente no se enterará de nada e igualmente desconectará. Podemos imaginar los efectos en el aprendizaje de tal situación. Normalmente son alumnos que arrastran un pésimo historial académico, tachados de inquietos o de ausentes.
Una mala audición en niños puede provocar síntomas parecidos al TDAH
Hemos visto que la mala audición en niños puede dar lugar a comportamientos que pueden confundirse con el TDAH. Si sospechamos que algo está pasando, lo ideal sería realizar una audiometría para descartar un problema de audición, ya que muchas veces el diagnóstico prematuro de TDAH enmascarará este tipo de disfunciones.
El tratamiento consiste en la estimulación de ambos oídos y de aquellas frecuencias que están desajustadas, mediante protocolos personalizados. El objetivo de la neuroestimulación es conseguir una audición biaural perfecta en todas las frecuencias y un aumento del umbral de audición.
Hay varios métodos que consiguen dicho objetivo, sin embargo yo trabajo con SENA porque reduce las sesiones a diez, una por día, y se puede realizar en el domicilio del paciente, obteniendo los mismos resultados
