Los niños y las tablets ¿Son buenas para el neurodesarrollo?
Las nuevas tecnologías han ido creando una inevitable relación entre los niños y las tablets. Se oye hablar mucho de los nativos digitales, estas generaciones que han nacido en plena expansión de internet, ordenadores, pantallas táctiles, vídeo consolas, smartphones, etc. Vemos como niños que apenas saben hablar, deslizan el dedo índice en una pantalla para cambiar de foto, o con unos meses más, como ponen el pulgar y el índice enfrentados y abren para hacer una foto más grande.
Cuando un adulto ve con la facilidad que un niño realiza estas cosas es lógico que se le pase por la cabeza que su cerebro está más preparado para lo digital que lo que está el suyo.
Pero veamos más de cerca esta suposición, porque puede ser peligrosa si no se tienen en cuenta algunos factores.
¿Están los niños de hoy en día más preparados que nosotros para manejar las nuevas tecnologías?
La respuesta es no. Están igual de preparados que nosotros, o más bien nosotros igual de preparados que ellos, si hubiéramos dispuesto de las tecnologías en nuestras primeras etapas de desarrollo. Si hubiéramos nacido en plena era TIC también habríamos desarrollado esa facilidad, nadie lo duda ¿Verdad? El cerebro de un niño es mucho más moldeable que el de un adulto, por lo que la diferencia no radica en la generación sino en el momento de tu vida en el que tienes que realizar un nuevo aprendizaje.
¿Deberían sustituirse los métodos tradicionales de aprendizaje por tablets en niños de 0 a 7 años?
Definitivamente no. Hay que tener en cuenta que nuestro cerebro, el del ser humano, es muy lento para realizar cambios estructurales en respuesta a cambios en el medio, por ello no debemos sustituir determinadas prácticas muy saludables para el correcto desarrollo en los niños por otras que van dejando agujeros. Por ejemplo, en las primeras etapas educativas, infantil y primaria, la manipulación es esencial para el desarrollo de aprendizajes de orden superior. Un niño antes de escribir en un cuaderno sumas o restas, primero ha de manipular piezas, botones, lapiceros o cualquier cosa y añadir o quitar para que el concepto de suma y resta esté claro.
Si el niño no implica sus sentidos en este aprendizaje no estaremos seguros de que lo está interiorizando. Así que prácticas como proyectar en una pizarra digital gallinitas que el niño va arrastrando para sumar o restar no cumple esa función bien, deja agujeros. En la etapa entre los 0 y los 7 años deberían restringirse tanto como las chuches.
Se argumenta en demasiadas ocasiones que son prácticas que al niño le gustan para aprender, que está motivado, que presta atención como un argumento de peso a favor del uso, o mejor dicho del abuso, de las TIC. Me pregunto si ese argumento será válido para comer chuches. ¿Se imaginan que la dieta de nuestros hijos consistiera solo en aquello que les gusta y les parece apetecible?
Los niños y las tablets: influencias en la educación social y física del cerebro
El niño necesita correr, cantar, saltar, bailar, dibujar, aburrirse (como se explicaba en éste post), pelearse con sus iguales, ver, oler, saborear, en resumen, interactuar con su medio. La excesiva disponibilidad en el tiempo y en el espacio de las tablets, los smartphones y demás aparatos, hace que el niño cada vez limite más los momentos (ya de por si escasos hoy en día) para el juego social y la interacción con el medio, ya que jugar virtualmente es cómodo, gratificante, no disruptivo, carece de conflictos sociales y no mancha.
Todas estas tecnologías son muy adictivas ya que activan constantemente el centro de recompensa en el cerebro. No solo en los niños, también en los adultos. ¿Se ha fijado usted la cantidad de veces que consulta el correo electrónico, el whatsapp, facebook, twitter, etc, en el móvil? Hoy en día no es nada raro ver a grupos de adolescentes reunidos físicamente pero cada uno enganchado a su móvil. Debería desconectar un día entero los datos de su teléfono y ver el nivel de ansiedad que eso le provoca. ¿Puede imaginar esa ansiedad en un niño? La relación entre los niños y las tablets debería limitarse a algo muy puntual.
¿Estoy defendiendo que no se utilicen las TIC? ¿Son incompatibles los niños y las tablets?
No, los extremos no suelen ser buenos. Defiendo que no usurpen un lugar que no les corresponde. Es cierto que son las herramientas que utilizarán el día de mañana, pero también es cierto que la herramienta que utilizarán más, tanto el día de mañana, como hoy, como el resto de su vida es su cerebro, si él no está a punto, de poco servirá el resto de la tecnología, excepto para intentar realizar tratamientos que reorganicen el neurodesarrollo de la criatura.
¿Cuál es tu opinión sobre los niños y las tablets? ¡Déjanos tu comentario!