Está muy extendida la idea de que gatear es bueno, «hay que hacer gatear al niño». Sin embargo, no está tan extendido saber la razón de este hecho.
Para entenderlo tenemos que conocer, aunque sea de manera somera, la estructura del cerebro.
Cómo demuestra la estructura del cerebro que gatear es bueno.
Si nos fijamos un poco, podremos ver que el cuerpo humano es doble en su estructura. Excepto en algunos órganos como el corazón o el hígado.
Tenemos dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales, dos brazos, etc. En esta duplicidad el cerebro no se libra. Tenemos dos cerebros, aunque los llamamos hemisferios. Hemisferio derecho e izquierdo. Ambas partes están unidas por un haz de fibras llamado Cuerpo Calloso. Este hace que los dos hemisferios estén continuamente comunicándose. Comunicación de vital importancia, ya que se trata de que, el centro de control de todo lo que somos, pensamos, sentimos y hacemos, el cerebro, funcione como un solo órgano.
Estudios y experimentos sobre los hemisferios cerebrales.
¿Por qué digo que son dos cerebros? Porque debido a un tipo de epilepsia de propagación contralateral (se inicia en un hemisferio y se propaga al otro), se comenzó a realizar una cirugía en el cerebro que consistía en cortar la unión, parte del cuerpo calloso, entre los hemisferios para evitar dicha propagación.
A partir de ese momento varios investigadores tuvieron la oportunidad de observar cómo actúa un cerebro escindido, es decir, un cerebro que tiene dos hemisferios y que estos no se comunican. Y de todos los artículos que he leído sobre ello, me quedo con uno que me impactó realmente. En el estudio, mediante técnicas que no vienen al caso, se preguntaba primero a un hemisferio y luego al otro. En un paciente con el cerebro escindido, a qué se quería dedicar y si creía en Dios. Mientras que el hemisferio izquierdo contestó diseñador gráfico y sí creía en Dios, en el derecho las respuestas cambiaron totalmente. Su hemisferio derecho quería ser corredor de carreras y no creía en Dios. Inquietante ¿Verdad?
Reflexiones sobre el estudio.
La pregunta que me surge después de ver los resultados es ¿Cómo vivía esa persona antes de la neurocirugía? ¿Orientó su vida al diseño o a entrenarse para piloto de fórmula uno? ¿Profesaba alguna religión o era ateo? ¿Qué hubiera contestado si le hubiéramos preguntado por otras cuestiones? Por ejemplo: quieres a tu mujer, te llevas bien con tu suegra, tienes instintos asesinos.
Esto no es una cuestión baladí, realmente nos habla de la existencia de dos jefes ahí arriba, en nuestra cabeza. Cada uno ¿Con una personalidad distinta? ¿Con distintos intereses? Y lo que es más importante ¿Con distintas capacidades?
Nos podríamos enredar y filosofar hasta el aburrimiento, sino fuera porque para esto ya hay respuesta, o por lo menos el escaso conocimiento que tenemos del cerebro ya nos permite saber cómo resuelve esto la naturaleza y, dicho sea de paso, cómo lo estropeamos luego nosotros con los estilos de crianza y educación imperantes.
Cómo funcionan nuestros dos cerebros.
Los dos hemisferios están llamados a entenderse. Cada uno aporta a nuestra experiencia, conducta, pensamiento, algo propio. Pero el resultado ha de ser una negociación bien avenida de ambos hemisferios.
Por ejemplo, en el acto de escuchar están implicados ambos lóbulos temporales, uno de ellos procesará la estructura de la frase y el significado de las palabras y el otro, el derecho, procesará la prosodia del mensaje, es decir, el tono, la emoción, el énfasis de las palabras. Si ambos hemisferios están trabajando juntos, yo podré entender la diferencia entre la expresión “no me lo puedo creer” que se refiere a una afirmación de que algo ocurre y el emisor del mensaje duda de ello o la expresión “¡no me lo puedo creer!” que se refiere a que algo pasa, el emisor no duda de ello, pero le parece inaudito que esté pasando.
Para ello es muy importante que uno de ellos establezca su dominancia. Más que dominancia, que parece un término con connotaciones peyorativas, podríamos hablar de cerebro vocal, como el vocal de un grupo. No es su opinión la que se impone, sino que es el encargado de expresar la opinión consensuada del grupo. Esto sería la situación ideal claro, pero lo cierto es que está muy lejos de lo que a la gran mayoría nos ocurre.
Bien, ya sabemos qué tiene que ocurrir entre los dos hemisferios. Han de llevarse bien y comunicarse continuamente y uno de ellos tiene que llevar la voz cantante a la hora de realizar algo (una conducta externa). Pero, ¿Cuándo se realiza esto? ¿Cómo?
Evolución de las conexiones entre hemisferios cerebrales en los bebés
El recién nacido ya tiene todas las estructuras del cerebro formadas, pero aún le falta un largo camino para que esas estructuras sean completamente funcionales.
El desarrollo funcional de su cerebro comienza por las zonas más profundas hasta las más superficiales y desde la parte trasera, lóbulo occipital, hasta la parte frontal. De tal manera que lo último en ser plenamente funcional es el lóbulo frontal sobre los veintitantos o treinta años en algunos casos.
Desde el momento del nacimiento podemos ver como los bebés realizan movimientos con todo su cuerpo sin un fin aparente. Esos movimientos van estimulando su sistema nervioso en una ida y venida de señales entre sus músculos y el cerebro.
Poco a poco vemos cómo va siendo más receptivo al mundo exterior, a la luz, los sonidos, la voz de sus padres o de sus hermanos, sonríe, fija su mirada y comienza a tener objetivos en sus acciones. Si le dejamos tumbado boca arriba comienza a intentar darse la vuelta, después intentará arrastrarse, para luego moverse gateando y así hasta lograr ponerse de pie y andar.
Por qué razón podemos afirmar que gatear es bueno.
Para que se establezca la comunicación entre los hemisferios es fundamental el gateo. Gatear es bueno. El bebe pone la mano derecha y avanza con la rodilla izquierda. Después pone la mano izquierda y levanta la rodilla derecha. El gateo consigue que el sistema nervioso se active simultáneamente en ambos hemisferios y es esta simultaneidad lo que refuerza la conexión entre los hemisferios. Y con ello prepara a su sistema nervioso para todas las funciones duales que realizará a lo largo de su vida, caminar, correr, ver, oír, pensar, ser.
Nuestras mascotas también tienen claro que gatear es bueno. Aquí te dejamos un video que nos ha enamorado, de cómo un perro enseña a gatear a un bebé.
Seguro que ya habías oido antes que gatear es bueno. Pero ¿Conocías el fondo del asunto? Si quieres leer mas sobre Movimiento y Aprendizaje te dejamos este post. Puedes dejarnos tus comentarios y experiencias abajo, nos encanta compartir impresiones.