Estrés psicológico y su origen en el pensamiento y la emoción
Fue Descartes a quien se le ocurrió por primera vez separar el mundo mental del material, creando así el dualismo.
Según este paradigma, por un lado están las emociones y pensamientos y por otro el mecanismo físico que es el cuerpo humano. Separados y sin interacción.
Esta idea está detrás del planteamiento médico de hoy en día, donde se tratan enfermedades no personas.
Sin embargo, desde los años 80 una nueva ciencia está emergiendo con fuerza en la que por fin se vincula de manera inexorable el mundo mental con el físico. La psiconeuroinmunoendocrinología. Este palabro contiene la unión que durante tanto tiempo se ha obviado, psico (mente), neuro (sistema nervioso), inmuno (sistema inmunitario), y endocrino (sustancias endógenas).
Cuando las condiciones son normales, estos cuatro sistemas interactúan en equilibrio manteniendo la salud en el cuerpo. Cuando uno de los cuatro sistemas de desestabiliza, provocará que todos los demás lo hagan y surja la enfermedad.
Uno de los trastornos más estudiados al respecto es el estrés psicológico.
El estrés es una reacción adaptativa del cuerpo a un cambio en el equilibrio del mismo Por ejemplo, el simple hecho de acercar una mano a una superficie caliente provocará, gracias al estrés, un rápido movimiento de los músculos y una secreción de sustancias al torrente sanguíneo antiinflamatorias con el fin de mantener el equilibrio en el sistema (homeostasis).
Si voy a cruzar una calle y oigo un coche que me pita, el estrés hará que pueda reaccionar rápidamente, sin pensar, y vuelva a la acera.
Como vemos, en sí, el estrés, es un mecanismo adaptativo que se mantiene porque nos salva la vida.
Pero hay otro tipo de estrés, el estrés psicológico. Este se activa ante nuestra percepción y reflexión de un hecho. Toma en cuenta aspectos de nuestra personalidad y de nuestra historia vital, como nuestra auto-eficacia percibida, el resultado anterior ante situaciones similares, el apoyo social, etc.
Este es un estrés que nace en el lóbulo frontal, en nuestro pensamiento. Sin embargo la respuesta es muy parecida al otro. Cuando esta respuesta se mantiene en el tiempo, se producen desajustes en los otros sistemas. La regulación hormonal se vuelve disfuncional, comienza a haber cambios en la presión arterial y bioquímicos que repercuten en nuestro sistema inmune y finalmente aparecen procesos patológicos como debilitamiento muscular, úlceras, colitis, impotencia, amenorrea, envejecimiento prematuro, obesidad, bulimia, anorexia e incluso embolia.
Así pues no debe infravalorarse el papel de la psique de una persona, que puede ser origen de numerosas enfermedades. En este sentido, un tratamiento del estrés psicológico se basa en el ajuste de los procesos de pensamiento y emoción. Puedes contactar con nosotros para cualquier duda o dejar tu comentario. ¿Qué opinas sobre el tema?
